Hola, la utilización de procesadores de 32 bits se hace casi imprescindible, en la época analógica se trabajaba con amplitudes que variaban en el tiempo, su procesado solo añadia distorsión dependiendo de las etapas utilizadas y de la calidad intrínsica de cada una de ellas, y poco más, los procesadores digitales trabajan con 'palabras' en forma de bits de una determinada longitud que representan un determinado nivel de la amplitud anteriormente citada, pero no toda esa longitud son datos de la señal de audio, hay otros, dither, paridad..., desbordamientos que producen errores y para los cuales se necesitan procesadores con suficiente margen,
la suma de operaciones de procesado de las muestras de audio produce gran variedad de errores, de precisión de los coeficientes, de redondeo…, por ello para procesar muestras de 16 bits se necesitan, al menos, coeficientes de 24 bits, es decir, se necesita una aritmética saturante para evitar que se supere la longitud de un registro en una determinada operación, cuando se limita la longitud binaria para adecuarla a la longitud de los convertidores se produce un error de truncamiento, la consecuencia es ruido de cuantificación, que aunque es no es significativo el problema es que se va acumulando en sucesivas operaciones, además de anular el efecto del dither añadido pues son estos bits añadidos con anterioridad los que son truncados,
hay que recordar la importancia del dither para sacar fuera del rango audible el ruido, sobre todo en señales de bajo nivel y convertirlo en ruido aleatorio que queda fácilmente enmascarado,
para evitar estos inconvenientes los procesadores de señal deben trabajar con longitudes que superen en 8 ó 16 bits a los datos de entrada, lo que nos lleva a utilizar registros de 24, 32 ó incluso más bits, aunque en algunos procesos internos de un procesador de 24 bits se utilicen buffers o acumuladores de 56 bits con objeto de que no aparezcan errores de desbordamiento o overflow en operaciones con gran número de datos,
pero no todo son los bits, los modernos procesadores digitales incorporan arquitecturas que permiten, durante un único ciclo de reloj, realizar varias operaciones, esta arquitectura no les resultara extraña a los aficionados al hardware, se denomina pipeline y es habitual en los micros actuales, en todo caso el proceso de masterización conlleva muchos procesos vitales en la calidad final, por ello el hecho de resaltar en la carátula de un disco esos 32 bits no es sino una llamativa información de marketing, pero bien esta.
Saludos.