Y el día que llegue la visita no te pillen con un tío por medio midiéndote las cajas y la sala, con todo lleno de aparatos, micros con trípodes de telescopio, portátil enchufao al amplificador del que sale un micro que apunta a los altavoces, y de vez en cuando emitiendo un sonido sobrenatural que hace que el perro se esconda debajo de la mesa...