Ante todo decir que has planteado un interesante tema, Fredy.

Añadir que mi opinion va muy en la linea de lo ya expresado por Matias y por Mozart.

Ahora bien, aparte de la musica clasica y otros discos como algunos de jazz (me viene a la mente el SACD de Michel Camilo en el que la version 5.1 ha sido realizada con microfonos en el piano y otros dos en la propia sala para recoger el ambiente), o de folk, como el ultimo SACD de David Elias (cuya grabacion en 5.1 fue realizada colocando a los musicos en circulo a lo que se añadio un par de microfonos para recoger el ambiente de la sala), la mayoria -por no decir toda- de la musica pop y rock esta creada en el estudio (algo que heredamos de los Beatles). Esto significa que su sonido, especialmente comparado con el de grabaciones hechas con dos o tres microfonos localizados concienzudamente, son mas bien montajes.

En estos casos, la fidelidad la juzgo por el sonido de los instrumentos y su parecido -mayor o menor- con lo que tengo almacenado en mi memoria de escuchar dichos instrumentos en directo. Por ej., puedo facilmente distinguir una Fender Telecaster de una Stratocaster. Asimismo, puedo distinguir un bajo alembico de uno normal. Ademas de los detalles que logre escuchar en la grabacion. Como dijo una vez un destacado ingeniero de masterizacion que trabajo en los estudios de la MCA durante los 80 respecto de lo que es una buena o mala grabacion, "es cuestion de lo que puedas escuchar hacia adentro de la musica".

A este respecto, llevo unos meses en un proceso de progresivo refinamiento de mi experiencia. Primero compre un Pioneer 565 y escuche mi primer disco en alta resolucion en el (Sting "Sacred Love") y quede impactado por lo rico que se oian los instrumentos y la claridad con la que se escuchaba todo.

Andando el tiempo descubri que dicho album no es una de las mejores grabaciones en alta resolucion porque las voces suenan algo 'correosas' (llenas de sibilancia) y los instrumentos son dificiles en general de localizar exactamente (algo que no ocurre con la mezcla a 5.1 de "Brand New Day").

Mas recientemente, cuando empece a querer hacerme backups en estereo a 96/24 de mis discos de alta resolucion, descubri que cuanto mas directa fuera la reproduccion de mi Pioneer a las salidas analogicas estereo, mas claramente y con mayor definicion y cuerpo se escuchaban los instrumentos y las voces. Aun mas recientemente cambie los cables de chicha y nabo que usaba para la conexion de mi reproductor al ampli por unos de 'gama alta' de Inves (se pueden encontrar en cualquier ECI) y descubri que lo que escuchaba en mis auriculares al hacer la audicion de mis grabaciones en el ordenador mostraba aun mas detalle. Detalles que, aun habiendo escuchado los discos un monton de veces, nunca habia oido.

Y todos esos detalles estaban en mis discos de alta resolucion, solo que el ajuste de mi equipo y las interconexiones que estaba utilizando claramente me las estaban tapando.

Asi pues, la esencia de la alra fidelidad para mi es un viaje de refinamiento de los sentidos y de descubrimiento. Y, en lo concreto y lo practico hasta ahora se basa en la fidelidad del sonido de los instrumentos que escucho en cada grabacion a los instrumentos correspondientes reales y a la mayor o menor posibilidad de escuchar detalles de la grabacion (asi como que no este hiper comprimida ni super limitada). Y el viaje continua.

Dicho sea de paso, en el camino he aprendido que algunas cosas que consideraba que eran buen sonido ahora ya no lo son para mi, o sea que tambien hay un proceso de educacion del oido. Por ej., aqui en España -segun me cuentan muchos comerciales de audio- a la gente les encanta y les impresiona un bajo contundente. Hoy en dia se que puede que un bajo contundente suene mas guay, pero ello no significa que sea equivalente a como se escucha en directo. La asistencia a un concierto de Jamie Cullum en la que estuve a apenas dos metros del teclado del piano, me convencio que un contrabajo no suena tan cañero en directo como nos tienen acostumbrados muchos equipos de radio CD en los coches, por poner un ejemplo.

Y paro aqui para no escribir un libro.