Exacto, por eso mismo he intervenido, para que los demás tengan una opinión contrastada *y puedan decidir. La clave de este párrafo está sin embargo en lo que dice de lo “razonable” y el “artificio”. Por si no lo habéis notado, aquí está el dardo fundamental que desde hace tiempo quería lanzarle nuestro autor a Mozart: lo “razonable” lo encarnan él y sus amigos músicos y melómanos de la huerta valenciana; el “artificio” es lo que representa Mozart. Diapasón procede por tanto en su post a desenmascarar al tal Mozart e intentar sacaros de vuestro error. Mirad cómo desarrolla magistralmente la idea:Iniciado por Diapasón
Con este párrafo entramos efectivamente en el corazón argumental del post. Por un lado están los paisanos de esa tierra prodigiosa y musical que es Valencia que tienen abonos sin vanagloriarse por ello. Esto contrasta con el tal Mozart que va presumiendo por ahí de abono del Real. Por otra parte, mediante la poderosa figura del carnicero músico, nuestro autor nos envía un mensaje aun más importante. El carnicero es el melómano humilde que ha encontrado el verdadero sentido de la música más allá de las frivolidades y el snobismo que de de manera indirecta le atribuye a Mozart.Iniciado por Diapasón
En este párrafo el argumento de nuestro autor alcanza su clímax: Diapasón, verdadero protagonista de la historia, su amigo el carnicero y sus amigos músicos son la autenticidad pura y sencilla, sin alardes y efectismos, en contraposición a la mitomanía, elitismo, exclusivismo, snobismo de otros. Adivinad a quién tiene en mente jejeIniciado por Diapasón
Además de construir estos personajes melómanos ideales, nuestro autor los sitúa en un paisaje físico igualmente soberbio: el de las tierras valencianas, fértil huerta secular de espíritus musicales fecundos (no sé si he sido lo suficientemente cursi, pero es que me cuesta), donde hasta los carniceros van a los conciertos. Con ello se entrega a un deporte muy de nuestra especie, la visión hedonista del terruño.
Claramente nuestro autor se refiere por oposición al objeto de la diatriba, su odiado Mozart, quien opina sin escuchar y “de oído”. Una expresión curiosa hablando de música jeje Supongo que querrá decir que Mozart no tiene opiniones propias sino que repite la de otros. Sin embargo si examináis la frase veréis que tras la conjunción adversativa “pero” hay una nueva idea, la de la procesión de los nuevos formatos, que no se conecta lógicamente con la primera. Supongo que querrá decir que como Mozart está metido en la procesión de los nuevos formatos (y tiene narices la frase) no le queda tiempo para escuchar música y por eso habla de oídas, entendiéndose por “oídas” no oir música sino oír o más bien leer opiniones de otros. Retorcido, ¿no?Iniciado por Diapasón
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