Un amigo farmacéutico que trabajaba con ratones en un laboratorio, me comentó que la "música" bakalao de las discotecas, con sus ritmos machacones y brutales estaba pensada para que las drogas de diseño hicieran más efecto en sus consumidores. Y que las ratas sometidas a este tipo de ruido durante un tiempo proporcional al de los entusiastas enloquecían, aun sin inyectarles droga alguna y morían mucho antes. Algunas, drogadas, incluso se intentaban suicidar.

Por supuesto que es peligroso someterse a altas presiones sonoras durante tiempo prolongado, pero está estudiado científicamente que es absolutamente incomparable el daño causable por sonidos estridentes, distorsionados y machacones que por una orquesta sinfónica (siempre que no interprete música atonal a pleno volumen, claro).