Mi experiencia dice que, tal como se ha demostrado en muchísimas pruebas controladas, "a oído" se confunden unos parámetros por otros, y para verificar a qué fenómeno se corresponde algo con certeza hay que medir. Si no, podemos caer en el "Talibanismo" sin darnos ni cuenta... a no ser que alguien crea que "el oído" es más fiable que una medición y que puede discernir lo que una medición no puede (en ese caso creo que el problema es "doble")
Un saludete