Pues yo más bien creo que con una ley de plazos (más una serie de condiciones concretas de malformación, peligro para la vida de la madre, etc)es más que suficiente. Vamos, lo que ya estaba antes de la ida de pinza de Gallardón.
De hecho no existe con la capacidad de analizar cada caso de cada cosa, en ninguno de los aspectos de un país.
No son de mi agrado las niñatas que se emborrachan y si al cabo de un mes no les baja la regla no saben ni quién es el padre, pero tampoco la condenaría (ni a el futuro niño) a por mis cojones a hacerle llevar a partir de ese momento una vida que no deseaba. Lo mismo me pasa con familias más o menos estructuradas que se ponen a procrear sin ton ni son, sin acudir a un programa de control de natalidad gratuito y al alcance de todos hoy en día por dejadez. Pero de nuevo, no por una manera de -no nos engañemos- ver la vida desde un prisma cristiano, les obligaría a aumentar una prole ya de por sí excesiva.
Es complicado? Desde luego. Establecer ese punto en que consideramos o no vida una célula fecundada es difícil, pero si los "provida" (en comillas porque son precisamente los que una vez nacida, dicha vida les suda la entrepierna) no se ponen radicales, se puede hacer. Decir que un segundo después de la fecundación ya es un asesinato me parece absurdo. Entonces también lo es poner un preservativo (necesario por las ETS) o dejar tu semilla del amor en un kleenex mientras miras PornTube.com, en cuyo caso he matado más gente que Stalin y Hitler juntos.