Esto es algo que o se olvida o se ignora : es incompatible ser de izquierdas y ser nacionalista.
Lo voy a intentar explicar, porque una cosa es ser nacionalista, otra de izquierdas y otra presumir de igualdad y de solidaridad, siempre que pague otro.
Un nacionalista es un mi, me, conmigo. Es respetable, pero la cuestión es que deben de asumir que los demás tienen derecho a excluirles del nosotros y, a lo mejor, en pleno siglo XXI, es sinónimo de hacer el gilipollas (véase el Reino Unido), probablemente por desconocimiento cultural (de la historia y negar su devenir), pero como esto es mi opinióin, por mucha razón que yo crea que tengo, podría ser discutible, pero no lo del yo, mi, me, conmigo, porque eso es la definición muy resumida.
El de izquierdas, el de izquierdas de verdad, no algunos mangutas que oscilan en la política española que dicen ser de izquierdas, como digo, el de izquierdas real sugiere, entre otras cosas, la igualdad, la solidaridad y que pague más el que más tiene. Eso, que es una máxima de la izquierda real, me parece tan bueno, que es que han conseguido que a finales del siglo XX hasta la derecha (que podríamos catalogar como los darwinianos en cierto modo), lo asuma en una gran parte.
Evidentemente, entra en contradicción con el yo, mi, me conmigo anterior, luego los que defiendan las dos cosas a la vez, tienen una empanada mental que deberían hacérselo mirar o tal vez les falta un hervor intelectual o, simplemente, mienten y tienen aviesos y oscuros intereses detrás. Aplíquese el mero sentido común para analizar cuanto digo.
Y claro, luego tenemos el otro tipo, no ése de "te ganarás el pan con el sudor de tu frente", sino el que en realidad pretende ganarse el pan "con el sudor del de enfrente". Pues genial si el de enfrente se deja, pero si no, patada en el culo le daba yo.
Esta es la peor especie, la que no merece ningún respeto, la incoherente, la que recuerda a los telepredicadores (canción "Jesus He Knows me" del grupo Genesis en donde el mensaje es : haz lo que yo digo pero no hagas lo que yo hago".
Estos se camuflan bien bajo el populismo barato (lo hemos visto ya en otros países de triste recuerdo) pero también en el "finolismo", "buenas maneras" pero con la otra mano, te robo la cartera, hablo de esa derecha supuestamente digna pero que más bien parece el bwuana de Kunta Kinte y con quien reza el yo, mi , me , conmigo y luego te dejo las migajas, que ya algo es, pero, oiga, que no quiero yo eso tampoco.
Y, se me podrá decir : todo eso que dices, está muy bien, pero, ¿qué hacemos, Matías? ¿qué sugieres? y con razón me lo dirá alguno y, entonces, pues me la tengo que envainar, porque no tengo la receta de la solución ; tal vez muchos, coincidamos en el final pero en el camino o cómo llegar a él, no ¿es que, acaso, esto se nos ha ido de las manos? Pero, ¿es que acaso somos más berzas que nuestros padres que fueron capaces de pasar de una dictadura a una democracia sin partirse la cara?¿es eso? Pero, ¿qué cojones estamos haciendo con nuestro entorno, con nuestros amigos, con nuestros compatriotas?¿qué coño estamos haciendo con nuestro modo de convivencia, con nuestro país? ¿qué cojones queremos legar a nuestros hijos? ¿acaso algo peor que lo que nos legaron nuestros padres? ¿qué puede hacer cada uno?
No lo sé, salvo una cosa : quedarse quieto. Yo , lo que sugiero es sólo una cosa : mandar los colores a tomar por culo . Pieza a pieza, cada uno en su sitio, tal vez cada uno pueda conseguir cambia algo en su entorno, que cale y eso tal vez se convierta en un efecto dominó . O no, pero nadie, ni tus hijos, te podrán decir que tú no hiciste nada.
Saludos.