Tampoco creo que sea cuestión de alegrarse o no por el recorte salarial a los funcionarios. Creo que estáis siendo un poco duros. Lo que está claro es que si en una empresa privada los números no salen, pues hay que recortar gastos de algún lado y unas de las medidas que se suelen tomar son: o congelar los sueldos (si la cosa no está muy mal), o bajarlos (si le ven las orejas al lobo) o despedir empleados. Y el Estado, como empresa que es, y su gestor, el gobierno, pues ha optado por reducir los sueldos a sus empleados. Entre otras cosas porque es la medida más fácil y menos impopular que ha podido tomar.