Y yo sigo pensando... que desde que se entró en la CEE, los acuerdos de Maastricht, el euro y tal, la globalización ha llegado un punto en que un organismo monetario supranacional le dice a determinado país lo que debe hacer, y este lo hace y punto.
Independientemente de si iba en contra de su ideario político (si lo hay o lo hubo), de si incumple alguna promesa (oh, surprise) o de la coyuntura de sus ciudadanos... a mí no me gusta, pero no porque me vayan a bajar el sueldo, (que estoy seguro que lo van a hacer) sino porque es una imposición que deja bien claro nuestro lugar en la cadena de mando
Alguien se imagina una llamada de algun gobernante europeo o representante de entidad económica llamando a la Casa Blanca (pasada, presente o futura) para decir al presidente de turno "Oyes, a ver esas hipotecas basura, oyes, a ver esa caída del sector automovilístico, oyes, reduce puestos intermedios y recorta el gasto que me lo descuadras todo"...
...pues eso.

P.D.: Que quiten el fútbol. Después de las Iglesias.
Pero antes que el Cine y los foros de audio-video/ocio tecnológico.
Que así nos va.