Que lo iban a destituir se sabía desde unos cuantos meses antes de acabar la Liga. Por lo tanto, no tiene por qué sorprender. Y sí, es cierto que se le contrató para ganar, y eso es lo que ha hecho, pero este año ha sido malísimo, con fases de juego totalmente pésimas. Sólo ha merecido la pena el final de la Liga, desde el Barça vs Madrid (y por la garra que le han puesto, no por juego).