Bueno, pues parece que se han dado cuenta de la metedura de pata que habían cometido:

La Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha revocado la suspensión de la pena de internamiento para siete de los ocho condenados por acosar a Jokin C.L., el escolar que se suicidó el pasado año en Hondarribia, por lo que deberán cumplir dos años de internamiento en régimen abierto en un centro educativo. (EL MUNDO)

Menos mal.