Los nacionalismos al final se convierten en una caricatura de sí mismos. Una caricatura que puede llegar a ser grotesca, bochornosa... o todo a la vez.
La mayor ridiculez del nacionalismo es consecuencia de sí mismo. Hasta donde "podemos ser nacionalistas". Se puede "autodeterminar" una provincia dentro de una comunidad pluriprovincial (que se lo digan a los vitorianos)? Una cuenca, un valle, un delta... dentro de una provincia? Una ciudad?
Evidentemente tendremos gente que incluso haría independiente "la república de su casa"... pero hay que llegar a un límite de justicia, solidaridad, tradición, realidad económica y social (como apuntaba matias)... y sobre todo de balanceo entre lo que nos une y lo que nos diferencia. No hay como estar una temporadita en el extranjero; trabajando, solo o con muy pocos compatriotas, para darse cuenta de lo que nos une con otros españoles, independientemente de su procedencia, que uno tiene la fortuna de encontrarse... y eso ya lo dice todo.
Que cada uno tenemos en nuestra comunidad, provincia o ciudad: costumbres, ritos, tradiciones, gastronomía, lenguas, paisajes, folclore... que nos identifican y nos hacen sentirnos orgullosos de ellos... perfecto. Como ocurre en cada familia y en cada región del mundo, por mucho que creamos que lo nuestro es "un poco más especial", por supuesto. Pero de ahí a decir que eso nos diferencia y nos separa cuando en realidad es un simple matiz mucho más leve que las diferencias que como personas tenemos entre unos y otros seamos de la misma ciudad o provincia... me parece un poco absurdo.
Evidentemente en nuestro país es una herramienta en manos de políticos faltos de escrúpulos... de los que tenemos muchos hoy en día y de todo pelaje, no nos engañemos. Porque unos utilizan este argumento tan "gastado" y hasta rancio, pero otros utilizan los que van surgiendo. El día que nuestra clase política se haga verdaderamente mayor y hemos tenido personalidades de todos los partidos que en algún momento han demostrado que es posible... dejaremos de ver estos debates absurdos. Porque no dudo que muchas reclamaciones autonómicas puedan tener una base de razón, imagino que sí, en este "Estado de las Autonomías", pero también me está dando la impresión de que queremos llegar a un punto de conversión hacia un "Estado en las Autonomías", que creo no es lo que tenemos ni lo que queremos. Y no me hace falta votarlo. Soy navarro y ese cuento me lo conozco. Cada 4 años votamos y cada 4 años tomamos partido por unas siglas que refrendan la constitución y el marco actual en el que se mueven las comunidades... y eso se decide entre todas. De hecho, la existencia de las comunidades autónomas nacen de la misma mecánica.
Tal vez ahora, como pasó en Alemania, nos demos cuenta de la cruenta sangría de dinero y de descontrol que se generan por muchas transferencias mal llevadas, por la multiplicación de administraciones y por los regalos "autonómicos" que en muchos casos se pagan con el dinero de todos y ya no se pueden pagar. Y es que cuando muchas manos andan de por medio...
Saludos