
Iniciado por
jldf
Supongo que eso viene de tener una izquierda tan ideológicamente insolvente que casi sólo es capaz de definirse según los conceptos o cosas en contra de los que está.
Por ejemplo, los fundamentalismos chií y wahabista (o guajabí, vaya usted a saber). Es difícil encontrar una posición ante la vida más reaccionaria que esos fundamentalismos. Siguen anclados en el sigo VI. Los talibán prohíben las cometas por razones religiosas. En Irán ejecutan colgando de grúas a los homosexuales. Mein Kampf es uno de los libros más vendidos en Egipto, Gaza y en la zona dominada por Hizbullá en el sur del Líbano. En esas zonas está bien visto formar a niños y niñas para que sean terroristas suicidas. Incluso sus líderes acostumbran a desplazarse en automóviles llenos de niños, utilizándolos de escudos humanos.
¡Ah! Pero están en contra de Israel, y a través de Israel, en contra de Estados Unidos.
Ya son buenos entonces.
Y pensar que en los inicios del estado de Israel la potencia colonial, el Reino Unido, temía que la nueva nación cayera en la esfera de influencia soviética porque la mayoría de los líderes sionistas de entonces eran socialistas, o directamente comunistas.
Pero los soviéticos apostaron por los árabes. Los árabes tenían petróleo y el canal de Suez. Los judíos no tenían nada. Pragmática decisión. Era la guerra fría y había que asegurar que el paraíso de los trabajadores sobreviviera. Y la izquierda, más o menos dirigida, dejó su incipiente enamoramiento por los judíos, víctimas de la barbarie fascista, por los árabes. Después de la Madre Rusia, claro.
No fue la primera vez que la izquierda europea, cosmopolita y progresista se prostituyera por las conveniencias geopolíticas de la Rodina. Entre septiembre de 1939 y junio de 1941, cuando Molotov y Ribbentrop estaban a partir un piñón, los partidos comunistas de Europa Occidental fueron más "pacifistas"* que nunca: el potente partido comunista francés se opuso a los preparativos militares de su nación y los sindicalistas ingleses sabotearon la producción de armamento en Inglaterra, aun después de la caída de Francia. Menos mal, casi, que el ataque de Hitler a la URSS en 1941,
Pero llegó 1989, el muro de Berlín cayó, y los habitantes del paraíso de los trabajadores se entregaron con fruición a las delicias y a los peligros del capitalismo. Orfandad en la izquierda. Bueno, quedaba el paraíso tropical de los trabajadores, la Perla de las Antillas, y Corea del Norte -claro que hay que tener unas tragaderas muy grandes para aceptar que la República Democrática Popular de Corea sea un paraíso, pero esperemos a ver las reacciones ante una posible ataque a Corea del Sur-. Y los palestinos. Palestinos a los que sus queridos hermanos árabes no quieren ver ni en pintura. Busca por ahí lo que fue el Septiembre Negro en Jordania, por ejemplo.
Y paro, que ya me he enrollado demasiado.
* En el sentido de "primero que se desarme nuestro país y, el enemigo, al ver semejante muestra de generosidad y amor por la paz, acabará desarmándose también".