La mejor ayudita que han recibido los "dirigentes" independentistas encarcelados han sido las torpezas de Llarena, propiciadas por las prisas y el autoritarismo del PP, y su corrupción transversal y generacional.
Sin ellos, estarían perdidos, ya juzgados y con pena máxima para sus delitos.
Entre jesuitas anda el juego