Hombre, si hacemos esa comparación se verá que las cosas han aumentado de precio, evidentemente. Pero creo que no habría tanta desproporción entre sueldos y gastos. Me pongo a mí mismo de ejemplo, y te diré que a principios del 2002, cuando entró el euro, yo cobraba más en pesetas de lo que he llegado a cobrar en euros, salvo alguna excepción. Está claro que la subida de precios fue brutal con el famoso redondeo.