Hombre, la verdad es que no me interesaba demasiado leer ese informe pero me lo he leído para complacerte. A mi me da la sensación que tienes un cacao importante – dicho esto sin acritud, “a la” Felipe González Márquez – que te hace pensar que eres capaz de entender lo que lees en un informe pericial de una disciplina de la que no eres un profesional. Quizás regrese más tarde sobre esto o quizás no.
Mira, de todos los documentos e informes que se derivan de este tipo de procedimientos, si hay que leerse uno es la sentencia, Matías, y por como te expresas tengo la sensación que ni la conoces. Y es que los asuntos judiciales (y es buena cosa recordar que la judicialización – que la considero un error - de este caso vino auspiciada por quién vino) llegan a un fin, que si bien no es infalible ni perfecto, es el que ofrece mayores garantías objetivas a las controversias suscitadas, y lo más importante para la sociedad, que establece un veredicto claro, sencillo y entendible para todos nosotros, sin necesidad de ser médicos, ingenieros o astronautas. En este sentido, la sentencia le pega un repasito importante a tu venerado informe del colegio en dos aspectos, el primero en los gruesos errores y chapuceras deducciones basadas en datos falsos, y uno segundo y de mayor calado jurídico a mi juicio, que es dar por buenas las conclusiones del mismo sin atender a las diligencias de descargo, o lo que es lo mismo, yo me agarro a este informe (entre los tantos que se podrían realizar y que apoyarían lo contrario), sobreseo el caso y dejo a los imputados sin posibilidad de defender su actuación con el calificativo de mala praxis médica. Por consiguiente (Felipe González dixit), de mala praxis demostrada NADA DE NADA, y cualquier mención a la misma debe ser omitida de cualquier documento.
Y ahora déjame realizar un ejercicio de especulación política para demostrarte la fetidez que emana de este caso por parte de la Comunidad de Madrid. Pongamos que el Sr. Lamela se asustara al recibir el anónimo (y no fuera por que reconociera la letra de algún colaborador suyo), se creyera todo lo que dice y se cuestionara que dejar al Doctor Montes era una imprudencia que podría costar muchas vidas. Si esto fuera así, se le hubiera restituido en el momento de conocer el verdicto ¿No?.
Saludos