Yo creo que hay situaciones en las que tras los años, un político que se pudo meter con la idea de cambiar las cosas de verdad (aunque entiendo que en el alma del que quiere mandar a ciertos niveles siempre reside un ego y ambición de tamaño condiderable) acabe harto, o la ambición y las tentaciones acaben por minar esa intención original y caiga en el lado oscuro. Hablo del medico/profesor por poner un ejemplo, que llega a ejercer una temporada, en determinado momento decide que podría mejorar la sanidad/enseñanza desde la política y un día está de ministro o hasta presidente. Con el tiempo acaba pasándose al lago oscuro, que quizá estuvo siempre ahí oculto, peto en otras circunstancias no hubiera aflorado.
Quizá peco de ingenuo y ese personaje no existe.
Pero la generación del PP de Aznar, a la que sin duda se han añadido todos los partidos, esa de los que se afilian con 18 años a tal o cual partido, muchas veces sin estar convencido de los ideales o el funcionamiento interno, sólo porque el cuñado o amigo los introduce para ser políticos de carrera para los restos y que un día se les escape un "yo estoy en política para forrarme", nunca ha tenido otra intención que esa y nadie va a lograr que se les caiga la cara de vergüenza. No saben lo que es, y sólo una pena de presión, pero sobre todo con la multa y devolución de lo robado más intereses, les va a doler.
Dicho esto, mi gestor me ha sugerido que tenga cuidado con lo que hago, pues tengo dinero para ir tirando y Pa na má.