Recuerdo tiempo ha cuando se hablaba en el foro de la gratuidad de las carreteras que circunvalan Madrid.
Ese ejemplo de la M-50, autopista sin peaje, gratuita.
En realidad
http://es.wikipedia.org/wiki/M-50La autopista M-50 es una de las circunvalaciones de Madrid y su área metropolitana. La autopista tiene una longitud de 85 km y forma de herradura abierta por el norte, discurriendo a una distancia media de 13,5 km de la Puerta del Sol. La autopista, es de la titularidad de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento y está gestionada por el sistema de peaje en la sombra, cuya concesionaria es Accesos de Madrid.
Sin embargo las radiales de peaje
que se construyeron a cambio de la M-50 han resultado un fiasco en conjunto.
Las cuatro radiales de Madrid en concurso de acreedores,Sector transporte. Expansión.com
A los 500 millones que ya entregó Zapatero, se habla ahora del montante que habrá que añadir para que la pobres constructoras y los bancos colaboradores no pierdan.
Fomento se resiste a mejorar su plan para el rescate de autopistas | Empresas | Cinco DíasFomento valora la futura empresa nacional en 608 millones y repartiría entre los actuales accionistas de las concesionarias el 20% del capital, reservándose la titularidad sobre el 80% restante. También reconoce la citada deuda con las constructoras pero atendería al pago de los 500 millones en el trigésimo año de funcionamiento del grupo público.
El hecho es que detrás de las concesionarias están los bancos con créditos multimillonarios que soportaron los proyectos. En este caso, el ministerio ha acordado con casi 30 entidades englobar todas las deudas en un tramo de 3.700 millones a un tipo medio del 2,6% y obtendría otros 1.200 millones de crédito al 6% para terminar de afrontar las expropiaciones pendientes. La amortización de ambos créditos se llevaría 30 años, a partir de lo que cobrarían las constructoras.
...
Al respecto, Fomento viene advirtiendo que con la nacionalización de autopistas todos tendrán que ceder algo: los accionistas, parte del capital; los constructores, prácticamente el cobro de las obras por liquidar, y la banca, debe flexibilizar el crédito. Fuentes del sector hablan ya de todo un plato de lentejas servido por el ministerio.
En resumen
Sobre la base de estas previsiones se construyen las autopistas que serán explotadas por unas concesionarias que se encargarán de pagar la obra a las constructoras y de cobrar los peajes. Lo llamativo del caso es que los principales accionistas de las concesionarias son, precisamente, las constructoras. En otros países esto se consideraría inaceptable, pero aquí en España nadie lo consideró irregular. Una vez constituidas, las concesionarias piden dinero prestado a bancos y cajas y con este dinero pagan a las constructoras (simplificando mucho, las constructoras se pagan a sí mismas). El beneficio está ya asegurado. A renglón seguido, constatando la ausencia de tráfico en las autopistas, las concesionarias amenazan con declararse en quiebra, arrastrando consigo a parte del sistema financiero, si no reciben dinero del presupuesto público.