¿Qué ha pasado en Canal Nou para llegar al cierre?, Noticias 24 horas - RTVE.es A la CartaLa Radio Televisión Valenciana nació en 1989 con cerca de 700 trabajadores y un presupuesto, que entonces era en pesetas, de 41 millones de euros. Plantilla y dotación fueron engordando hasta que llegó al crisis, igual que la deuda. Si diez años después Canal Nou debía casi 80 millones, en 2008 esa deuda rondaba los 1.000. Para entonces, tenía más de 1.600 empleados y un presupuesto de 270 millones de euros que fueron menguado. Entre 2008 y 2012 se redujo un 40%, hasta los 154 millones. Y este año, la Generalitat volvió a recortarlo otro 40% y le asignó 86 millones.Mientras, la radiotelevisión pública valenciana seguía perdiendo dinero, más de 800 millones hace dos años y su audiencia se desplomaba del 20 al 5%. El ente público destina el 25% su presupuesto a pagar los intereses de la deuda, que financia con créditos avalados por el ejecutivo valenciano.
Con estos números llega la reestructuración de Canal Nou. La Generalitat asume más de mil millones de deuda, dspide con un ERE a 1000 trabajadores y externaliza la producción de contenidos.
Según el presidente Fabra, si los readmite necesitaría 72 millones para pagar a una plantilla de 1.700. Y ese dinero es casi todo el presupuesto de la empresa pública para 2014.
En el fondo el estilo era este según una de sus periodistas:
"Mis mentiras en Canal 9"Recuerdo cuando nos exigían grabar a Eduardo Zaplana de su perfil bueno. Y la oda que me encargaron sobre él cuando dejó la presidencia de la Generalitat Valenciana para ser ministro. También recuerdo la bronca y los gritos que me dedicaron cuando en ese video de retrospectiva Zaplana aparecía en una imagen con la tránsfuga que le había permitido hacerse con la alcaldía de Benidorm. Recuerdo poco después, cuando de ser el Elegido, paso a ser en innombrable Cómo nos prohibieron que apareciera en los planos. Cómo buscaba perífrasis absurdas cuando no podía nombrarle en mis directos en los leones, a pesar de ser el portavoz del PP en el Congreso.
Cuando Camps impuso su ley en Canal 9. Cuando nos dieron la orden de dejar de llamarle Francesc para que fuese llamado Francisco, coincidiendo con la época en que se postulaba como posible sucesor de Rajoy. Cuando trataron de prohibirme que contase que Zaplana dejaba su escaño en el Congreso. Cuando me prohibieron decir que Zapatero había anunciado el cheque-bebé, como si de este modo los valencianos no fuesen a conocer la noticia. Cuando escribías 'fracaso estrepitoso' y te lo cambiaban por 'éxito discreto'. Cuando nos desplegaron para loar las maravillas de Terra Mítica en su inauguración y no podíamos decir que no había ni una sombra. Cuando me reñían porque me salía el acento catalán 'y eso molesta a los blaveros'.
También recuerdo cómo corría el cava en las plantas de dirección de Canal 9 en Burjassot las noches electorales de mayorías del PP, mientras que los redactores comíamos bocatas de salami. Cuando se pagaban directos millonarios para que Camps saliese hablando en directo en pleno Amazonas.
Y los millones de veces en las que no me dejaron poner declaraciones de la oposición. O de cualquier ciudadano que criticase al PP, o a la Generalitat. Y recuerdo también cuando nos prohibieron decir 'recortes'. Tampoco pude decir que miles de manifestantes gritaban contra el gobierno. Los manifestantes no 'colapsaban' el Paseo del Prado, la manifestación 'transcurría por'. Y no poníamos pancartas explícitas contra Rajoy, ni contra el PP. Y fueron tantas, tantas, que un día empiezas a sentir vergüenza de trabajar para ellos. Ahora se termina. Injustamente. Pero lo ganaron a pulso.
Un estilo de uso político de la televisión que lleva a perder credibilidad, audiencia, publicidad. No es la primera que tienen en esta situación y el modelo se aplicó en RTVE ... sus consecuencias han ido apareciendo de la misma forma.
Como en el caso de la crisis económica en la que nadie se quiso sacrificar por decir la verdad de lo que se avecinaba, es un poco tarde para abandonar la cadena por principios.
Otro ejemplo es Intereconomía, en caída libre por su 'calidad informativa'.
No imagino a su presentadora quejándose cuando cierre la cadena. Es el 'nómina o revienta'.
A partir de 0' 14".