Ken Levine y su estudio Irrational Games han tardado en sacar a la luz el nuevo proyecto en el que se encontraban trabajando, pero al fin hemos podido verlo, y no solo el tráiler que todo el mundo ya ha visto, sino una fase de gameplay que luce un aspecto impresionante, y que muestra todo el potencial que esta nueva ambientación puede ofrecer. Bienvenidos a Columbia, el escenario con el que soñaréis jugar desde ya mismo.
Columbia se hace añicos
Antes de empezar a hablaros de cómo se juega a BioShock Infinite, hemos de dejar claro que este título se ambienta en la ciudad de Columbia, un experimento hecho por los americanos, que querían que dicha ciudad girase alrededor de la Tierra para difundir los valores y el estilo de vida que llevaban en su país a principios de siglo. Es muy importante recalcar que este BioShock Infinite se ambienta en una época algo anterior a la vista en las dos anteriores entregas desarrolladas en Rapture, lo cual provocará cambios en el armamento y demás cuestiones. Aún así, parece que habrá algún tipo de conexión entre las dos ciudades.
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El tema es que la ciudad de Columbia, de repente, desaparece sin dejar rastro, volviendo a escena doce años más tarde, aunque parece que algo terrible ha acontecido en ella, pues ya nada es como era. A su vuelta, mucha gente se pregunta qué es lo que ha pasado en ella, aunque los únicos que parecen saberlo a ciencia cierta son quienes han resistido allí todo este tiempo.
Por lo visto en las escenas de gameplay, diríamos que Columbia se ha vuelto corrupta, y lo que era el paradigma del estilo de vida americano, del florecimiento de la tecnología y el sistema político perfecto (la democracia), ha derivado en una serie de tensiones, como la política, pues durante el desarrollo vemos algunas referencias a la anarquía, que podrían haber causado estragos dentro de la ciudad.
Columbia te da la bienvenida
Lo que sí queda claro es que al iniciarse el gameplay ya nos encontramos frente a un mundo decadente, reforzado por la tensión que generan las disonancias provocadas por los grupos de violines que conforman la banda sonora. Al principio nos toca recorrer una calle en la que vemos como todo tiene un toque abandonado. Pasamos por otras diferentes y vemos panfletos políticos, edificios en mal estado, un puesto de venta ambulante que se arrastra mientras choca el metal contra los adoquines del suelo...
Basta con pasearnos dos minutos por Columbia para que caigamos en la trampa de Irrational Games, la creación de un universo plausible y creíble que nos lleva a un mundo imaginario que nos pone los pelos de punta desde el primer instante.
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Pronto llegará el primer contacto humano, un predicador que desde un quiosco parece querer llamar la atención a la gente que por allí pase. Pronto se dará cuenta de que nosotros somos unos intrusos, ordenando a otro que nos ataque mientras sus ojos se encienden de rabia. Así será como tendremos que iniciar nuestro primer combate, en el que deberemos de atacar a estos dos humanos mientras uno de ellos nos lanza un poderoso ataque formado por decenas de cuervos que nos dificultarán el apuntado.
Nuestro principal objetivo escapará gracias a una vía que une diferentes partes de la ciudad, pues se engancha a ella gracias a un gancho que lleva en la mano. Mientras tanto, nosotros hacemos gala de nuestros poderes de telequinesis para coger una botella que está escondida por ahí. Una vez que la hemos bebido vemos cómo aprendemos un nuevo poder, el de los cuervos sangrientos, que nos permitirán disponer del ataque que acaban de hacer contra nosotros.
Luego, nos empezarán a llegar misiles de otra parte de la ciudad, obligándonos a coger un gancho y movernos por el mismo raíl que el predicador del principio. Lo que más llama la atención de esta secuencia es el vértigo que BioShock Infinite provoca en el usuario, pues tendremos que hacer algunos saltos que parecen del todo suicidas. No nos queda muy claro cómo se resolverán estas secuencias, aunque son realmente espectaculares.
Otro de los momentos más espectaculares de BioShock Infinite se produjo cuando entramos en un bar, en el cual había unos cuantos parroquianos que decidieron que nosotros no éramos bienvenidos. Uno sacó una escopeta, pero nosotros se la quitamos, la giramos en el aire y le disparamos a bocajarro (y todo ello sin que nosotros hubiéramos tocado el arma, gracias a nuestros poderes de telequinesis).
Después de unos divertidos combates y de comprobar que el motor físico de BioShock Infinite es “infinitamente” superior a lo visto en las dos entregas anteriores, dimos con Elizabeth, un personaje femenino que nos ayudará a lo largo del desarrollo.
Ella puede ejecutar algunos poderes bastante importantes como el de generar una tormenta en un espacio reducido. Nosotros aprovechamos esta coyuntura para lanzar un rayo eléctrico y ver que gracias a la conductividad del agua todos los enemigos de la zona se achicharraron. Esta mezcla de poderes puede dar mucho juego a lo largo del desarrollo, siendo algo que todos los presentes aplaudieron. Sin embargo, y tras lo visto en pantalla, parece ser que tendremos que tener cuidado con los poderes de Elizabeth, pues cuanto más los use, más débil se volverá. Por tanto, habrá que cuidarla de su propia fuerza, ya que deberemos de hacer que tanto ella como nosotros sobrevivamos, teniendo que utilizar sus poderes sólo cuando sea vital.
Como colofón, nos tocará enfrentarnos a lo que parece una especie de Big Daddy, que mostrará una fuerza descomunal. El enfrentamiento se produce cerca de un puente, teniendo que atacarle para hacer que retroceda mientras nos cargamos el puente para que caiga y así desaparezca. Al acabar con él, viene el cliffhanger de turno, pues la pobre Elizabeth nos reconoce que no era ese bicho el que la perseguía, sino otro… que de repente aparece en pantalla, un bicho aún más grande y alado que suelta un importante alarido. Ahí se acaba la estupenda demo de BioShock Infinite.
La reflexión posterior
Aún es muy pronto para saber qué es lo que nos encontraremos con detalle en BioShock Infinite, pero hay algunos temas interesantes que ya se pueden tratar. Para empezar, el sistema de vida escogido es similar al que pudimos ver en Call of Duty u otros del género, en el que la pantalla se va ensangrentando hasta que perezcamos (y si nos ponemos a cubierto recuperamos vida). Esto aún podría cambiar de cara a la versión final, pues nada es definitivo cuando aún falta tanto tiempo para que salga a la venta.
Por otra parte, la ambientación e historia seguirán siendo pilares fundamentales de este nuevo BioShock, mientras que los nuevos poderes confieren al desarrollo una mayor espectacularidad, que unido a la cooperación con Elizabeth hace que ganen aún mucho más interés.
Ya por último recalcar que el diseño de la propia ciudad provoca que la opresión del mundo de Rapture se convierta en puro vértigo por tener que movernos por edificios suspendidos en el aire.
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Apartado Técnico
Los gráficos de BioShock Infinite eran realmente espectaculares. A pesar de que aún le queda bastante desarrollo, ya podemos decir que se encuentra entre lo más puntero de la actual generación de videojuegos. Aún así, no creo que el aspecto final vaya a ser similar a lo que hemos visto en la Gamescom, pues está en una fase de desarrollo temprana.
De lo que no cabe ninguna duda es que el diseño artístico volverá a ser uno de los baluartes del videojuego, ya que Irrational Games supo encandilar a la gente con el primer BioShock, y con éste van camino de repetir lo mismo. Cuando veáis imágenes de la demo, os haréis una idea.
En Resumen
No es ninguna sorpresa que Irrational Games estaba preparando algo grande, pero aún así, y a pesar de que falta tanto tiempo para que salga a la venta, ya muestra un gran aspecto. Lástima que haya que esperar tanto para ponerle la mano encima, ya que tanto la nueva ambientación, los nuevos poderes o las posibilidades de la historia son tan atractivos que son incentivos más que de sobra como para querer sumergirnos en el mundo de Columbia.