También se lo apuntó con Rare y para lo único que sirvió fué para que uno de los mejores grupos de programación de la historia se fuera casi al garete. A veces, ni todos los medios ni el dinero del mundo hacen que el talento fluya.
Espero que ni Shinji Mikami, ni Hideki Kamiya y tampoco Atsushi Inaba sean "presas" fáciles y se les olvide de donde vienen y qué saben hacer.