Sega, aunque desterrada del mundo de las consolas (al menos a nivel de hardware) sigue demostrando lo que vale en los salones recreativos. Su centro Joypolis, situado en Odaiba, Japón, tiene una máquina basada en la serie Initial D con tres deportivos auténticos (WRX, RX-7 y AE86) montados en frente de una pantalla de 90 pulgadas. Naturalmente, ninguno de ellos conserva sus motores, pero los tres son sacudidos por unos brazos mecánicos que se mueven al ritmo de tu volante.

Cada partida cuesta 600 yenes y la atracción estará abierta únicamente durante el verano, de modo que si quieres experimentar lo último en sensaciones arcade, ya estas tardando en reservar tu billete de avión. Si te sobra espacio en la maleta, no dudes en llamarnos.

AE86