Raven ya ha demostrado sobradamente que en este campo se puede confiar en ellos. Con lanzamientos a sus espaldas de la talla de Marvel: Ultimate Alliance, X-Men Legends y X-Men Legends II; el estudio norteamericano se ha convertido en la voz más respetada en cuanto a la traslación del universo Marvel al mundo del entretenimiento interactivo.
Con X-Men Origins: Wolverine el equipo de desarrollo se olvida del tratamiento masivo de videojuegos anteriores, y se centra en su título más personal en cuanto a planteamiento. El videojuego será lanzado al mismo tiempo que la película homónima a la que acompaña y adapta, y que se estrenará en los cines de nuestro país el 1 de mayo bajo la atípica dirección de Gavin Hood –Tsotsi-, y que tendrá como protagonistas a Hugh Jackman –X-men-, Ryan Reynolds –Ases Calientes- y Liev Schreiber –Resistencia-.
James Howlett: Lobezno
La historia de este Wolverine camina paralela a la de la película del mismo nombre, aunque se alterna con flashbacks que abordan diferentes momentos del pasado. Viviremos, por lo tanto, la historia de venganza del propio Lobezno contra Víctor Creed por la muerte de un ser querido, y esta búsqueda acabará con el objetivo de acabar con el programa mutante de Weapon X.
El argumento de X-Men Origins está siendo tomado muy en serio, pero lo que todavía está siendo tratado con más mimo es la forma de contarlo. El nuevo videojuego de Raven cuenta con un exquisito gusto en términos de acabado para sus cinemáticas, mezclando CGIs con videos in-game, logrando de este modo una gran cohesión
Otro elemento fascinante, y que separa de forma drástica a videojuego y película, es el de la salvaje violencia que se muestra en todo momento. Ya desde el comienzo asistiremos a unas dosis de casquería más que respetables, y que alejan al videojuego de su mucho más moderada referencia cinematográfica.
La idea es la de lograr un héroe interesante por sus contrastes, al igual que en el cómic. Así Lobezno será más oscuro que nunca, con decisiones muy discutibles y con toda la atención que merecía un personaje de su rica y carismática psique. El desarrollo del personaje y del propio guión por parte de Raven comenzó antes incluso de saber que habría una película, y eso ayuda a que el argumento del título sea mucho más trabajado y profundo, no estando obligados a ceñirse al guión del largometraje. Así se alternarán secuencias clásicas del cómic y de las tres primeras películas de X-Men, con otras muchas sobre la nueva cinta, componiendo un todo muy interesante donde el único y verdadero protagonista es el propio Logan.
Sin embargo por interesante que resulte el proceso de crear un hilo argumental para un título de estas características, el principal objetivo de Raven estaba muy lejos de las líneas, los diálogos y los escenarios. La verdadera meta es la de hacer del combate algo increíblemente divertido, y todo parece indicar que pueden haber dado con la fórmula idónea.
En primer lugar hay que dejar muy claro que X-Men Origins: Wolverine se distancia notablemente de la gran cantidad de adaptaciones recientes a videojuegos de superhéroes que tienen como principal reclamo la libertad de movimientos. Olvidándose de precedentes como Spiderman, Superman o Hulk que han buscado en el libre albedrío solventar deficiencias jugables –excepto en Spiderman 2, el único de los citados verdaderamente exitoso-, Wolverine trata de ser una aventura de acción muy directa que brinde a sus creadores la posibilidad de obtener un título de aventuras y acción de un estilo muy clásico, homenajeando a joyas recientes de la talla de Devil May Cry, God of War o Ninja Gaiden.
Para conseguir emular con éxito a estas ambiciosas referencias se propone un cóctel sencillo y agresivo en el que el combate es la nota predominante. Así los chicos de Raven rescatan lo veloz e intuitivo del título en el que trabajan, y marcan tres vertientes bien diferenciadas para el combate: Los ataques pesados, los ligeros y los agarrones-llaves.
Simultaneando estas tres opciones de lucha se consigue un conjunto rotundo, rápido y accesible, que tiene en la violencia descarnada su máximo exponente. “He jugado a títulos anteriores sobre Lobezno y siempre odiaba algunos detalles como el hecho de que se supone que tengo cuchillas y no puedo simplemente coger a un tío y partirlo por la mitad”, declaraba a la desaparecida revista EGM Dan Vondrak, uno de los máximos responsables del proyecto. Pues dicho y hecho. En X-Men Origins Logan podrá cercenar miembros a sus enemigos con certeros cortes, o incluso realizar auténticas carnicerías con movimientos giratorios de sus cuchillas.
Sin embargo Lobezno también está sujeto al daño que puedan inflingirle sus enemigos, y a pesar de su ya conocida capacidad para regenerarse lo cierto es que deberemos tener mucho cuidado con su salud. El sistema de daños que se emplea en este lanzamiento es algo más complejo de lo habitual, puesto que “Wolverine” contará con dos barras cuyo buen estado deberemos vigilar en todo momento. Una de ellas es la de salud, que se regenera rápidamente después de cada combate; la otra es la de vitalidad que se empieza a cargar únicamente cuando la de salud está llena, y de una forma mucho más lenta.
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la verdad es que tiene buena pinta, veremos a ver en que queda. :)
