Iniciado por
Albert Dirac
En la guerra de Corea, tras la entrada del ejército chino en liza, el general MacArthur quería lanzar bombas atómicas sobre China.
No es tan descabellado como se puede pensar hoy en día. En aquella época, hablamos de 1950, todavía no había ningún ingenio termonuclear y, en las bombas similares a las estalladas en Hiroshima y Nagasaki, Estados Unidos tenía una superioridad inmensa sobre la URSS (que recién habían estallado la primera, en 1949). China no tenía ninguna.
Sin lugar a dudas, esas bombas habrían cambiado el curso de la guerra, y China no habría tenido otro remedio que rendirse. Era muy difícil que la URSS hubiera tomado represalias atómicas, dadas las pocas que tenía, y además no habría podido hacerlo sobre territorio USA, pues no disponia de los medios para que llegaran allí (sí sobre las tropas americanas en Europa, o Asia, o lanzar un ataque convencional sobre Europa Occidental).
MacArthur veía como inevitable el conflicto, y prefería hacerlo en ese momento, cuando la superioridad americana era enorme, que más adelante, cuando estaba seguro que sería menor.
El presidente Truman, y sus jefes militares, desautorizaron a MacArthur, y siguieron peleando en Corea, y manteniendo el status quo con la URSS en Europa.
Así que la bomba atómica es un arma potentísima de disuasión, incluso frente a la opinión del general más célebre de un país, y jefe en aquel momento de las fuerzas americanas en Asia, y un adversario que apenas poseía un puñado en aquellos momentos, y con dificultades para hacerlas estallar en según que puntos de la geografía mundial.
Historias más recientes, como la de Corea del Norte, demuestra que sigue siendo así.
Si Ucrania hubiera conservado parte de su arsenal, algo factible pues buena parte de los científicos y militares necesarios para ello, habían jurado ya fidelidad a Ucrania, ahora no estaría peleando con los rusos.