Rusia está perdiendo.
Para empezar, no está ocupando la franja de territorio que pretendía. Eso es como escuchar al PSG que su objetivo era llegar a octavos de final de Champions, después de perder con el Madrid. El objetivo de Rusia era entrar en Kiev, en Jarkov, ocupar toda la costa de Ucrania, el Donbás e instalar en el poder a un títere ucraniano, tipo Bielorrusia.
Perdieron la batalla de Kiev, la batalla de Jarkov, no ocupan toda la costa ucraniana, ni siquiera todo el Donbás y el gobierno legítimo de Ucrania sigue al frente del país.
No estamos, todavía, en cientos de miles de muertos. Es posible que nos estemos acercando a los cien mil, que son muchos, pero no tantos.
La UE compra menos petróleo y menos gas a Rusia. Debería ser un tema más rápido. Pero la dirección está muy clara. A medio plazo, se acabó el mercado europeo para Rusia.
La OTAN se ha reforzado, sobre todo políticamente, pero también militarmente, con la entrada de Finlandia y Suecia.
Se van a aumentar los presupuestos de defensa en todos los países de la OTAN.
Sabemos además, gracias a la performance rusa, que sus fuerzas armadas tienen una calidad mucho más baja de la que se pensaba.
En definitiva, que Rusia va perdiendo, y claramente. Ahora está ante un dilema muy grave: la movilización. Lo están intentado hacer poco a poco, a la chita callando, pero no va a ser posible. O se movilizan, o sus perspectivas seguirán empeorando conforme pasen los meses. Entonces, ¿por qué no se movilizan?. Pues la razón es que les da miedo la reacción de los propios ciudadanos rusos, cuando se acabe la mentira de la "operación especial para desnazificar
Ucrania".
Y, al final, es que la realidad es tozuda. Rusia, comparada con la OTAN, es un enano demográfico, económico, político, militar,... Rusia no juega en Primera División. Como mucho, es un equipo ascensor. Lo único que tiene, es el armamento atómico, y unas materias primas que cada vez le va a costar más vender. Esta es la situación real.