No soy hombre pusilánime.
He sido oficial de complemento del ejército español, he estado muchos años en la reserva, y aún ahora, con 61 años, si fuera necesario me alistaría sin pensarlo dos veces para defender a mi país de lo que están haciendo los rusos en Ucrania.
Rusia está en camino de ser vencida. Y está desesperada. Creo que cualquiera puede verlo, excepto algunos cegatos profesionales que llevan errando desde el mes de Enero, una y otra vez, con contumacia digna de mejor causa.
Basta con seguir aplicando la misma receta, si es posible aumentada y corregida, y esperar resultados. Por cierto, que nadie está mandando a la guerra a Ucrania y a los ucranianos. Son ellos los que quieren combatir, de forma lógica, por su vida, su país y su libertad, ante un invasor que quiere borrarlos de la faz de la tierra.
Y es que ante el monstruo ultranacionalista y criminal que se ha desarrollado en Rusia, no cabe negociación. Simplemente, hay que derrotarlo por la fuerza. Y cuanto antes, mejor. Simplemente porque cada vez será más difícil y costará más hacerlo. Mejor aquí, y ahora.
Tras acabar la Primera Guerra Mundial el general americano Pershing, que quería seguir combatiendo hasta obtener la rendición incondicional de Alemania y entrar en Berlín, comentó "no hemos firmado la paz, se trata de un armisticio para los próximos 20 años". Se equivocó tan sólo en unos meses. Lo mismo sucede ahora. Cualquier "paz" que no lleve consigo la retirada rusa, el pago de reparaciones a Ucrania, y el desmantelamiento del regimén putinista (aunque no esté Putin al frente) será simplemente una receta para la próxima guerra. Y no tardará 20 años.