La narrativa que entró en esta guerra fue que Rusia y específicamente el Sr. Putin eran una expresión de pura maldad y que Estados Unidos estaba experimentado el liderazgo que los divinamente reinos del bien como en la Segunda Guerra Mundial y sin embargo lo que vemos en realidad es que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, especialmente Gran Bretaña, se han involucrado en un guerra de propaganda y engaño, por supuesto esto se constituye esencialmente con distribuir propaganda ucraniana que comprensiblemente quiere asegurar la victoria y que por supuesto, su mayor esperanza sería meter a la OTAN en la confrontación directa con Rusia.
Sin embargo, los Estados Unidos y Gran Bretaña se ha involucrado principalmente en una guerra de propaganda más grande para ayudar a la propaganda ucraniana, hay al menos 250 empresas de relaciones públicas que trabajan para el gobierno ucraniano, ayudándolo a transmitir su mensaje.
También la comunidad de inteligencia de los EE. UU. está organizada atraves de un ecosistema de usuarios de Twitter y otros en las redes sociales para apoyar el mensaje ucraniano.
En Estados Unidos los funcionarios del gobierno se han involucrado en una especie de esfuerzo de engaño que uno solo podía suponer conocer sus dimensiones de ser deliberadamente orquestado y la pregunta es ¿Por qué EE. UU. haría eso?