Iniciado por
CarlosLeBaron
La presidencia de la paz.
Hace ocho años un hombre de negocios fue elegido presidente de los Estados Unidos venciendo a una candidata demócrata que era tan popular como la coca cola, la señora Hillary Clinton. Este hombre de negocios a pesar de ser el candidato republicano no fue totalmente apoyado por su partido político sino al contrario, en dos años con todo a su favor con el poder legislativo, tuvo una constante oposición que le trabó sus planes de gobierno.
La situación se tornó peor para el presidente Trump cuando los demócratas ganaron el senado. En su administración, a pesar de haber logrado una buena economía para ese país, la oposición se tornó más severa contra su persona más que contra sus pólizas. Para el tercer año de gobierno, una señal del cielo profetizó una calamidad que se avecinaba. En ese Julio 4 una densa neblina impidió que se vean las luces de los fuegos artificiales en el cielo celebrando el día de la patria. Hasta el monumento a Washington fue cubierto en gran parte por tal nubosidad espesa y oscura. El presagio se cumplió cuando apareció la epidemia del COVID.
La situación se puso peor cuando Fucci, encargado de aconsejar las medidas a tomar frente a la epidemia, le sugirió al presidente Trump que si o se cierra todo y la gente no se encierra en sus casas, entonces morirían como unos 20 millones de americanos por causa del virus. Siguiendo tal consejo se cerró todo, lo que causó un gran paso de retroceso a todo el progreso logrado en su administración.
Pero lo peor estaba por venir. Mientras en casi todos los países del mundo los líderes se unieron para luchar contra el COVID, en los Estados Unidos los Estados que eran de tendencia demócrata en lugar de unirse con el presidente en lugar de eso se pusieron a atacarlo. Peor aún, el gobernador de Maryland, siendo republicano se puso a hacer compras de equipó médico por su cuenta en el extranjero sobrepasando el procedimiento de hacerlo a través del poder Federal.
Eran todos contra Trump.
En muchos países hubo resultados favorables en su lucha contra el virus, esto es en cuestión de producción y vida en la sociedad, en los Estados Unidos fue todo un caos por la gran desunión que reinó por tratar de hundir a Trump a todo costo. El presidente Trump buscaba aquí y allá cómo resolver el problema mientras que el candidato demócrata a la presidencia se escondía en su sótano sin aportar nada, ni siquiera una idea de cómo aliviar los síntomas económicos y sociales en ese momento, síntomas de un país enfermo, con mentalidad partidista y no unitaria.
Los Estados demócratas actuaban independientes del gobierno nacional, rechazaban toda iniciativa de la administración del presidente Trump.
Hoy día, el candidato Trump ha sido elegido para ser el nuevo presidente de los Estados Unidos. Todavía no ha juramentado, aun no ha puesto en marcha ninguna de sus iniciativas, no ha puesto un pie en la casa blanca, pero ya aparecieron líderes demócratas para luchar contra su administración, otra vez esa guerra a muerte contra Trump, otra vez la misma mierd... perdón, la misma jarana.
El presidente Trump tendrá dos batallas, la interna y la externa. A como se empieza a visualizar por las voces de sus oponentes, no habrá paz interna. Hace cuatro años los demócratas lo sacaron para tomar el poder e imponer sus propias pólizas y éstas no han sido más que basura al cuadrado. Y al parecer ahora de nuevo se van a dedicar a impedir que el presidente Trump triunfe en su administración. Otra vez los demócratas siendo el perro del hortelano que no come ni deja comer.
Al parecer no hay vacuna para este mal.