No es sólo Rubiales, esto va a ser una sacudida al machismo sistémico que hay en el fútbol, y todo lo que lo rodea, y cómo el fútbol tiene “ese poder” mediático afectará a terceros deportes.

Bien por ese paso evolutivo.

Y vergüenza por los dirigentes de los grandes clubs que se han quedado callados, empezando por los del Barça.