Admitamos pulpo como animal de compañía. A ningún jefe, no con dos dedos de frente, con uno es suficiente, se le ocurre, ya no darle, pedirle a un subordinado "un pico" y más sabiendo lo sensible que se está con estos temas. Hasta qué punto la respuesta está condicionada por los galones que luce en la hombrera y las medallas del pecho. Así que toda la escenografía que ha sacado Rubiales solo denota que sigue sin entender el fondo de la cuestión. Aunque pudieran demostrar que la conversación se produjo tal como él dijo sería sencillo echar abajo su defensa si la jugadora afirmara que se sintió coaccionada a responder afirmativamente.

La mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo.

Al Capone después de cometer innumerables delitos de sangre fue juzgado y encarcelado por fraude fiscal, supongo que por aquel entonces sería algo que al mafioso ni se le habría pasado por la cabeza que podría ocurrir después de todo su historial delictivo.