No te ofendas, pero parece que escribes desde un universo paralelo. Todos esos convenios, normas y directivas son magníficos y ofrecen una visión estupenda que debe ser interpretada como lo que es, el horizonte ideal que debe ser alcanzado por todos los países. Más allá de eso es una pura declaración de intenciones que no vale para nada. Por ejemplo, en Bolivia (en donde por cierto acaba de estar el Rey y nuestro vicepresidente) si mal no recuerdo el trabajo infantil se permite desde los 10 años por ley y alcanzaba a cerca de un millón de niños.
La educación, la salud y las normas laborales que protejan a la infancia es una responsabilidad de los propios gobiernos de cada nación. La función de las empresas no es esa, es ganar dinero por los servicios y productos que fabrican y ofrecen. Adicionalmente mediante esta labor las sociedades se enriquecen elevando el nivel de vida de la población y aun más, se les somete a un severo escrutinio sobre las condiciones laborales en las que se desenvuelven en otros países, tema con el que estoy totalmente de acuerdo.
Lo que no se puede es soplar y sorber a la vez, no se puede estar en contra del colonialismo pero cuando los propios gobiernos funcionan mal también echarles la culpa de lo que ellos no hacen. Ya se que no culpas de todo a las empresas y al capitalismo pero curiosamente es lo único que mencionas en tus mensajes, desde mi punto de vista erróneamente, al menos en este caso. La población de estos países se arroja al mar en travesías suicidas con niños y mujeres embarazadas, los niños son reclutados para ejércitos y milicias, no tienen posibilidad de educación ni sanidad, son explotados sexualmente y a diario mueren por hambre o víctimas de la guerra. Sinceramente, creo que te engañas cuando hablas de un niño de la república del Congo de la misma forma que de uno Austriaco o Francés.
Saludos