Hay tres planos distintos a considerar para que la vacunacion frente a la COVID fuera obligatoria en España.

El primero, el aspecto puramente sanitario. Obviamente, es mejor estar vacunado que no estarlo, tanto desde una perspectiva individual, como de salud pública. Sin embargo, en España, uno de los países del mundo con un porcentaje de vacunados más elevado, las condiciones de la emergencia sanitaria parecen estar ya limitadas hasta cierto punto. Y, por otro lado, desgraciadamente la vacunación no nos vuelve inmunes. Disminuye algo las posibilidades de contagiarte y, sobre todo, reduce bastante la de enfermedad grave y muerte. En este último aspecto, algo parecido a lo que promete hacer el PAXLOVID de Pfizer, que no es una vacuna, sino un antiviral.

El segundo, el aspecto legal. Es muy difícil que esta prohibición se pueda hacer en España, con la legislación actual. ¿Qué se podría hacer?. Un estado de alarma / excepción, una aplicación traída por los pelos de la ley de Medidas Especiales en materia de Salud Pública de 1986, una nueva ley orgánica específica sobre este tema,... Todo siempre con la guadaña de los tribunales y el Constitucional, al acecho. Habría que verlo, pero posiblemente no se pueda imponer esta medida, sin cambiar previamente la Constitución.

El tercero, el aspecto político. Declarar la vacunación obligatoria frente a la COVID tiene sus consecuencias. Para empezar, VOX y probablemente el PP, estén en contra. Y hablamos del segundo y tercer partido político de España. Incluso sólo con VOX, son más de cincuenta diputados, que pueden llevar la medida al Constitucional.

Personalmente, no creo en imponer esa medida. Tendríamos que afrontar una situación mucho más grave que la actual, una especie de Peste Negra 2.0 para poder justificarla. Máxime teniendo en cuenta los beneficios sanitarios, frente a los problemas legales y políticos. No creo que se vaya siquiera a plantear.