Cita Iniciado por Vanlose Ver mensaje
Varios extremos en los que coincido. La calidad de la campaña ha sido ínfima, casi tanto o más que las anteriores pero reconozco que me lo he pasado muy bien, quizás porque al votar a Ciudadanos te sientes algo más desapegado de las pequeñas miserias cotidianas, nosotros nos debatimos entre el todo (más bien el poquito) y la nada.

Yo tengo la sensación (completamente infundada) de que todo este ruido y tensión creada por los temas esos del fascismo, el comunismo, la violencia y las amenazas solo le interesan a los propios políticos y a la prensa, un entorno endogámico y tóxico que viven en su propio mundo y además se creen que son los interpretes de la realidad.

Por candidaturas me siento un tanto fascinado con la de Ayuso, se ha elevado por encima del ruido mundanal a una altura de cuasi Icono Pop de la política, ha conseguido ese algo tan difícil de alcanzar como conectar con la madrileñolidad, término imposible de definir o concretar pero que ha sabido tocar los botones emocionales de gran parte de los ciudadanos de la capital. Quizás el tomar una cerveza con los amigos en una terraza después del trabajo sea el epítome del espíritu de la ciudad, ¿quién sabe?. Hay que reconocer que la inestimable ayuda de Pedro Sánchez y del gobierno y asociados con sus inteligentes y continuos ataques a la Comunidad ha despertado un sentido de camaradería cervecera imbatible. Si me pusiera meditabundo diría que Ayuso ha impuesto su modelo de lucha contra la pandemia y el modelo económico con excelentes resultados y ha sabido ofrecer un mensaje claro de apoyo a los negocios de servicios y a la vida de Madrid que ha calado entre la población. Su campaña ha sido un éxito total, empezó en modo beligerante (Comunismo o Libertad) para desprenderse progresivamente de los elementos más bélicos y dejarlo en simplemente Libertad. Ha hecho tres cosas sorprendentes, un spot electoral silente, sin ningún locución ni críticas y un flyer electoral sin una sola línea de programa (por fin !!!). Toda una diva, nada que cumplir ni nada que incumplir. Por último ha renunciado a debatir con los otros candidatos lo que le ha salvado de la quema tras la patochada de La Ser. Ella se encuentra en su propia liga.

Más Madrid también ha hecho una muy buena campaña. Mónica García ha ido limando las aristas más cortantes de su perfil y ha terminado en una gran forma. También cayeron en la trampa esa de Pablo Iglesias de La Ser pero ha ido alejándose progresivamente del discurso antifascista que no te lleva a nada. Creo que todavía le falta un buen trecho para afinar más su discurso, en cuanto se de cuenta de que además de médicos y sanitarios hay otros muchos sectores y que transformar los barrios de Madrid en gigantescos ambulatorios no es la propuesta más sexy para los madrileños. Pero sin duda una buena candidata y una promesa de futuro para si no alcanzar el poder, ser al menos una buena líder de la oposición. Mi augurio es que van a liquidar a Podemos en Madrid y posiblemente si saben proyectarse, en toda España.

Rocío Monasterio también ha hecho una buena campaña evitando al menos ser succionada por el efecto Ayuso. En el paisaje cacofónico el que se ha querido llevar a la campaña es la que mejor ha colocado su mensaje ante la ausencia de Ayuso, aunque su aspiración electoral es no verse centrifugado drasticamente por el PP de Ayuso.

Gabilondo es el gran perdedor sin paliativos, y por extensión Pedro Sánchez que entró a caballo en el ruedo electoral en modo “Vini, vidi, vinci” y ha terminado en un “mutis por el foro” (nunca mejor dicho) que ha sonado a un si lo sé no vengo estruendoso. La fuerza de Ángel está en su propia personalidad que ha sido sometida a una demolición cuidadosa a fuerza de contradicciones, renuncias y un seguidismo de las posiciones más chifladas e incomprensibles de la campaña. Creo que el candidato socialista expresa mejor que nadie con su gesto estupefacto uno de los dilemas filosóficos clásicos que aún no ha sido resuelto; ¿Quién cojones me mandaría a mi meterme en este fregao?.

Pablo Iglesias me parece otro de los grandes perdedores, desquiciado, iracundo y permanentemente enfurruñado ha sacado todos los trucos posibles de la chistera pero que ya tienen un olor a comida recalentada que lo hace de difícil digestión. Se le ha puesto un tono como el de Julio Anguita en los últimos mítines que le he visto, de esos en que parece que está regañando a los suyos, los nuestros y los otros.
Edmundo Bal me ha parecido un gran candidato en mi forma de ver la política, a veces parecía el único ser humano entre los candidatos. Aquí lo que se vota de verdad es la desaparición de Ciudadanos, así que el resto de consideraciones no tiene demasiado sentido.
Me comprometo solemnemente a realizar esta misma noche una predicción muy rigurosa sobre los resultados que va a obtener cada candidato con su correspondiente justificación .

Saludos
Yo creo que lo vemos bastante parecido, la principal diferencia sería el desempeño de Monasterio, que me ha parecido desolador. Ayer salió un pequeño reportaje sobre los candidatos durante el día de reflexión, y Monasterio salía paseando a su perro, un precioso pastor alemán, que no le hacía ni el menor caso a la candidata. Más o menos, me parece que ese es el nivel que ha demostrado en la campaña, un cero a la izquierda. (Por supuesto, me refiero a su faceta como política, no conozco a la señora Monasterio, y puede perfectamente ser una excelente madre, esposa, hija...).

Los resultados parecen bastante claros, viendo las encuestas. Parece que va a aumentar en varios puntos la participación, si se confirma al final del día, eso puede favorecer, según quién esté votando más (de momento, parece que el Sur) al outlier del triunfo de la izquierda, o al de la mayoría absoluta de Ayuso.

Veremos.