La deriva de Cs es un proceso que empieza precisamente en Andalucía. Ese pacto con el PSOE defraudó a muchos de sus votantes, pues al fin y al cabo nadie vota a un nuevo partido para que todo siga igual. Se intenta vender con el rollo ese del partido bisagra. Bueno, el caso es que aquí ya cabreas a tus votantes procedentes de la derecha.
Poco a poco ya no son tan categóricos ni con las leyes feministas ni con las leyes lingüísticas ni casi con nada.
Seguimos. Se echa a Rajoy del Gobierno y la política se polariza. Cs finalmente se posiciona con los partidos de derechas, pero sin pegarse mucho por si se le pega algo. Pero la izquierda le encasqueta lo del trifachito. Resultado: se cabrean tus votantes de izquierdas, que eran los menos, y terminas de mosquear a los que ya estaban de derechas.
Se va Rivera y llega Arrimadas. Al principio no parecía mala sucesora pero la realidad es que ha sido un desastre. Ocurre lo de Murcia y en Madrid había un vicepresidente de Ayuso que era como dormir con el enemigo.
Resultado final: que yo sepa ya sólo los votan Arrimadas, Bal y tú.
