Con respecto a la vivienda, volveré nuevamente a exponer mi opinión al respecto y con la independencia que me da el no pertenecer a esa parte de la población que padece el problema y que no me tengo que preocupar por el acceso de mis hijos a la vivienda ya que viven en excelentes chalets de los que pagan sus hipotecas con su trabajo, lo que creo me da una perspectiva en absoluto sesgada e independiente totalmente ajena a dicho problema, muy importante para muchos.
Cuando adquirimos una vivienda, habitualmente mediante un préstamo hipotecario, adquirimos por un lado un derecho, el de la propiedad, uso y disfrute, y por otro lado una serie de obligaciones rigurosas, como que si dejamos de pagar se nos desahucie, y esto es valido también para el caso de un alquiler.
Ahora resulta que después de haber pactado dichas condiciones, decidimos reescribir las reglas del juego en mitad del partido y agradecemos a un gobierno populista que tolere que dejemos de pagar pero que podamos mantener el uso y disfrute de la vivienda.
Perro claro, banco y propietarios no son tontos, así que se adaptan a las nuevas políticas que van en contra de sus intereses, ¿y cual es? pues muy simple suben los precios y ofrecen peores condiciones para compensar el mayor riesgo. Así de simple.
También se opta por evitar riesgos de manera preventiva seleccionando en el caso de los alquileres a inquilinos que ofrezcan grandes garantías, como avales bancarios exagerados o incluso desestimar ofertas de familias con hijos, porque al tener hijos, legalmente son potenciales familias vulnerables protegidas por la ley y no se les puede desahuciar, por lo que muchos propietarios se niegan a aceptar familias con hijos a la hora de alquilar sus viviendas.
En resumen, bancos, inversores y propietarios tienden a prestar e invertir menos en vivienda lo que provoca que .... decaiga la oferta.
Esta problemática ha hecho que muchos propietarios se decanten por destinar sus viviendas hacia el alquiler turístico, lo que supone aún menos oferta de vivienda.
Este tipo de consecuencias ¿no eran conocidas por los políticos que han promulgado estas leyes? La respuesta bondadosa seria que son tontos y no lo sabían, pero la realidad nos dice que si, que lo sabían, pero que simplemente les daba igual los daños que iban a causar pero que lo iban a rentabilizar a corto plazo con el aplauso y los votos de los suyos y de los crédulos. Y recordemos que con votos se ganan elecciones y en su defecto, como hemos visto, aunque las pierdas puedes mantener el poder.
En resumen medidas populistas que generen resultados políticos a corto plazo priman sobre los nocivos efectos negativos que están provocan sobre la población a largo plazo como la restricción de manera artificial de la oferta de vivienda.
No olvidemos tampoco otra de las patas del problema, el tratamiento fiscal. Los diversos impuestos representan casi un 30% del precio final de una vivienda nueva, ni tampoco lo ya comentado en multitud de ocasiones el problema de origen de la ficticia "falta de suelo". No es que no haya suelo para construir. Ese problema es entendible y real por ejemplo en Mónaco que tiene la superficie que tiene, pero no en España. No hay mas que salir a unos minutos en el coche a las afueras de cualquier ciudad para ver que no es cierto en absoluto.
La "falta de suelo" es un problema artificial creado por el estado porque es una de las fuentes de financiación de los ayuntamientos: sacar a la venta el suelo para construir con cuentagotas para disparar el precio. Recordemos que el precio del suelo puede representar mas del 40% del coste de una vivienda, dinero que ingresan los ayuntamientos para permitir en muchos casos la construcción de proyectos faraónicos y sin sentido pero que .... dan votos, y además sube el umbral del importe a partir del cual se calculan todos los impuestos posteriores y que cobra el estado.
Otro de los problemas es lo verdes y conservacionistas que nos hemos vuelto. Resulta que no se puede tocar el centro de las ciudades por un supuesto "valor historico", algo mas que dudoso en la mayoría de las ocasiones, no se puede construir en altura porque tampoco se considera progre y si a eso le unimos que terrenos de cultivo en zonas que rodean las ciudades se han convertido en intocables pues tenemos la receta perfecta para una "falta de suelo" para la construcción de vivienda.
Resumiendo, no queremos que desahucien a quienes no pagan un alquiler o una hipoteca, queremos que el estado se embolse un pastizal por vender suelo para construir, que se embolse otro pastizal en cada transacción inmobiliaria, no queremos construir en altura que eso afea las ciudades, tampoco queremos derribar viejos edificios del centro de las ciudades, ni construir en supuestas zonas verdes en los alrededores de las ciudades, ni transformar en viviendas antiguos edificios administrativos, industriales o de oficinas.
Bien, si eso es lo que queremos, pues vale, pero entonces habrá que aceptar que en base a todo ese cúmulo de restricciones la vivienda va a ser escasa y cara per secula seculorum por mucho que se inventen leyes populistas al respecto, porque el precio de mantener todo lo anterior incluye que mucha gente simplemente no pueda acceder a una vivienda. Es así de fácil.
La realidad es tozuda.