En el caso de España, y de otros países europeos, es evidente que se necesita inmigración para revertir los problemas demográficos, y sus consecuencias.

Para mí es más una oportunidad, que un problema.

Obviamente, hoy es visto por buena parte de las autoridades, y de la población europea, como un problema.

Hay que encontrar la manera de que se cambie esa perspectiva.

No creo que haya una solución única, ni una varita mágica. Se necesitan acuerdos amplios, de calado, mirar al futuro.

Soy pesimista al respecto. Creo que la situación, al menos a corto plazo, va a empeorar.