Las cosas no son tan sencillas.
Para empezar, el Reino Unido tiene derecho a desactivar unilateralmente el Artículo 50, y permanecer como miembro pleno de la Unión, en sus condiciones actuales, hasta el día antes de la salida oficial, que es ahora el 29 de Marzo. Los otros 27 países no podrían oponerse a esto.
Por otro lado, una salida sin acuerdo es mala para el Reino Unido, pero también para Europa. En especial para los países más expuestos al Reino Unido, como es el caso de España.
Una parte del partido Conservador, y el partido unionista de Irlanda del Norte (el DUP), se oponen a una claúsula del acuerdo alcanzado entre el Reino Unido y la UE, lo que se llama el "backstop", pero que simplemente refleja la necesidad real de mantener una unión aduanera entre Irlanda del Norte y la UE, para respetar los acuerdos del Good Friday que trajeron la paz en Irlanda hace más de veinte años. Pero es que esos acuerdos, en el contexto del Brexit, o fuerzan a que haya una frontera entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, o a que todo el Reino Unido permanezca en una unión aduanera con la UE.
Es una situación compleja, que puede evolucionar en cualquier dirección en las próximas semanas, aunque lo más probable es una patada hacia adelante, dando tres meses más de plazo para la salida del Reino Unido (más allá de esos tres meses, la cosa se vuelve a complicar, en este caso por las elecciones al Parlamento Europeo de Mayo, y la constitución del nuevo Parlamento en Junio).