Es curioso como la derecha española más radical ha pasado de ser claramente anti-Israel (durante el franquismo Israel era el yuyú, parte de la conspiración judeomasónica, se presumía de la "tradicional amistad" con los pueblos árabes,...), pais con el que no se establecieron relaciones diplomáticas hasta 1986, ya con Felipe González de presidente, a ser ahora apasionadamente pro-israelí.
La izquierda a la izquierda del PSOE (rodeo verbal que he usado para no escribir 'radical'

) en cambio, aunque se admiraba experimentos sociales como los kibutz, siempre ha sido ardorosamente pro-palestina.
Ahora, con España en la UE, el tema Israel debería estar claro: apoyar al Estado israelí en su lucha contra el terrorismo de grupos como Hamás, Yihad Islámica, Hezbolá,... y al mismo tiempo seguir comprometidos con una solución para el problema palestino, a partir de los dos Estados.
Se puede estar en contra a la vez de los asesinos despreciables de Hamás, y de usar la electricidad, la comida o el agua de la población civil, como armas de guerra, se haga por Rusia en Ucrania, o por Israel en Gaza.