Por si había alguna duda de que el flanco de las críticas es el conseller de JxCat, el diputado Rubén Wagensberg se ha encargado de disiparlas con sus referencias a la intervención policial, también en Twitter. El parlamentario ha criticado la “impunidad de los Mossos de Miquel Buch” que “hace mucho que se tenía que haber detenido”. Para Wagensberg, “cuando trabajar internamente no sirve, sólo queda hacerlo públicamente” y “ninguna disciplina de voto pasa por encima de la ética”. El dirigente, “como diputado”, ha prometido no dar “ningún voto más para salvar a Interior”.
Desde mi punto de vista, esas críticas son básicamente postureo, y ganas de ocultar la realidad.
Una manifestación de un puñado de ultraderechistas se descontrola un tanto (debido, fundamentalmente, a que los Mossos están bastante ocupados con las actuaciones de los radicales independentistas, y con buenas razones, como todos hemos podido ver estos días en directo), hay una agresión a un ciudadano aparentemente miembro de los CDR, como por cierto hay otra de los CDR a un ultraderechista, y ahora se pone a los pies de los caballos a unos policías que se están jugando la vida, en defensa de la libertad de todos.
A mí me parece lamentable. Y de una catadura moral, dígamos que discutible.
Evidentemente, hay que aumentar el número de Mossos y otras fuerzas de seguridad, y mejorar la coordinación con Policía y Guardia Civil, lo que seguramente impedirá también que haya fallos puntuales como controlar mejor la manifestación ultraderechista de ayer. Pero hay que entender el contexto.