Si es una maravilla, o no, es opinable. Lo que no es opinable es que es constitucional, pues ya se ha pronunciado al respecto nuestro tribunal.
En Europa hay una carta de respeto a las lenguas minoritarías, que España firmó en su momento:
https://www.boe.es/boe/dias/2001/09/...4733-34749.pdf
Esto es lo que dice España en el preámbulo:
"España declara que, a los efectos previstos en los
citados artículos, se entienden por lenguas regionales
o minoritarias, las lenguas reconocidas como oficiales
en los Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas del País Vasco, Cataluña, Illes Balears, Galicia,
Valenciana y Navarra.
Asimismo, España declara, a los mismos efectos, que
también se entienden por lenguas regionales o minoritarias las que los Estatutos de Autonomía protegen y
amparan en los territorios donde tradicionalmente se
hablan".
Y el corazón del acuerdo viene a decir:
Considerando que la protección de las lenguas regionales o minoritarias históricas de Europa, de las que
algunas corren el riesgo de desaparecer con el tiempo,
contribuye al mantenimiento y al desarrollo de las tradiciones y la riqueza culturales de Europa;
Considerando que el derecho a utilizar una lengua
regional o minoritaria en la vida privada y pública cons-
tituye un derecho imprescriptible, de conformidad con
los principios contenidos en el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, y
de acuerdo con el espíritu del Convenio del Consejo
de Europa para la Protección de los Derechos Humanos
y de las Libertades Fundamentales...
Principios consagrados en nuestra Constitución, y en el acervo legal europeo.
De nuevo, ¿existe algo más lógico que un niño sea escolarizado en catalán (o...) en Cataluña (o...)?. Al mismo tiempo, garantizando la competencia lingüística en castellano, como marca la ley.
A muchos se les ve el plumero (no digo que sea tu caso, estoy generalizando) cuando protestan por este asunto, y luego llevan a sus hijos a escuelas donde se imparte el currículo en inglés, en alemán, en francés,... Algo, por cierto, que también es posible hacer en Cataluña.
A lo mejor me equivoco, pero me da la impresión que las hijas de Manuel, por ejemplo, hablan perfectamente y sin ningún problema en catalán y en castellano. Además de sus conocimientos de inglés. Como miles y miles de catalanes. Y sí, habrá alumnos más desfavorecidos que no hablan ni papa de inglés. En Cataluña, y en Madrid. Ese es
un problema, pero no
este problema.
Aquí lo que se ventila es una manipulación de la lengua como herramienta de enfrentamiento y división, por parte del nacionalismo radical, pero que en lugar de ser abordada con nuestros valores y nuestra Constitución, en una parte de los ciudadanos se opta por irse al otro extremo y empezar a exigir la vuelta al castellano (y al currículo único) en toda España, lo que por un lado juega a favor de los propios nacionalistas y, por otro, es algo que no puede ser legal en nuestro país, salvo que vayamos a un cambio constitucional.