Macarena Olona no estaba a gusto en Andalucía. Era un secreto a voces. La diputada de Vox cedió a las presiones de la dirección nacional de la formación de extrema derecha para encabezar la lista a las elecciones del junio pasado con el convencimiento de que podría volver a Madrid cuando quisiera, según informa
a The Objective. La candidata Olona
no sacó los resultados esperados a Andalucía, donde el PP ganó por mayoría absoluta.
El efecto Olona fue un espejismo. Vox ya no era decisiva para formar gobierno a la Junta. La dirección culpó a Macarena Olona, que
fue por libre durante la campaña, de los resultados y la obligó a quedarse en Andalucía. Ella prometió que se quedaría, pero no ha tardado ni tres semanas desde que se estrenó como portavoz de Vox en el Parlamento andaluz para tirar la toalla. Este viernes anunciaba que dejaba la política por motivos de salud, aunque no ha trascendido de cuáles se trata.
Olona quería volver al Congreso Macarena Olona no abandonó su escaño de diputada y
en el último mes ha batallado para volver al Congreso de los Diputados. De hecho, esperaba estar a las listas de las elecciones generales del 2023. Pero la intención de la dirección de la formación que lidera Santiago Abascal era otra. El retorno a Madrid de la candidata sería visto como una renuncia a un año de las elecciones municipales, por eso Olona tenía que seguir como portavoz de la formación en el Parlamento andaluz. Se sacrificaba una de las figuras de la formación en una decisión que algunos veían como un castigo por los malos resultados de la Vox a las elecciones del 19 de junio. Delante de este escenario, Olona ha decidido terminar.