Iniciado por
Albert Dirac
Es difícil, cuando hay acusaciones cruzadas de golpe de Estado, histerismo y falta de altura política, entrar en razón, pero al menos creo que debemos intentarlo.
Sobre el TC, el CGPJ, y las reformas:
1) El origen de este asunto está en el bloqueo del PP, y su negativa a cumplir la Ley, tal y como está actualmente en vigor. Es un hecho claro, simple e indubitable. Durante este tiempo han dado variopintas razones, ni siquiera sé cual es la última que esgrimen ahora, la real es que el señor Feijóo se ha revelado como una marioneta de la derecha de su partido, y de los cenáculos madrileños más radicales.
Ante este bloqueo, yo hubiera cambiado la Ley, sí, puesto que existe mayoría para ello, pero no ahora, y no de esta manera. Hace al menos un par de años, y por los procedimientos adecuados.
2) El procedimiento que se está siguiendo es posible que sea inconstitucional. Al menos, mi "olfato" me dice que es inconstitucional. Existe un precedente 'parecido' cuando el gobierno Aznar cambió durante un trámite de una Ley totalmente desconectada del tema, los reférendums tipo Generalitat, y el TC lo anuló, ocho años después, tras un recurso del PSOE.
3) El PP se equivoca presentando este recurso de amparo, y el TC se equivoca convocando el pleno. Interfiere en el derecho del legislativo a debatir y aprobar leyes. Es difícil encontrar algo más básico para la democracia que esto. Una vez que se completen las deliberaciones, y se tenga ya una Ley, ese es el momento de presentar recurso de inconstitucionalidad, y el momento del TC para examinarlo y tomar una decisión. Si pueden tardar menos de ocho años, como en el ejemplo del punto 2, mejor.
4) Ahora mismo, gracias al bloqueo del PP, hay nada menos que cuatro miembros del TC con el mandato agotado. Cuatro de doce (en la práctica en estos momentos, once). Y deben tomar decisiones sobre su propio reemplazo. Suena feo. Recordemos que aunque el TC no es un tribunal de justicia, los preceptos de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de recusación, son aplicables.
5) Para irredentos del PP y la derecha radical, que probablemente jalean ahora mismo el obstrucionismo de los jueces conservadores en el CGPJ, ¿qué les parecería si ahora los cinco magistrados 'progresistas' del TC se niegan a debatir sobre el recurso de marras, diciendo que no es una discusión que deba suceder en estos momentos, o simplemente que se retiran un tiempo a contemplar el vuelo de los saturninos, y el TC se queda sin quórum para decidir?. Pues eso.
6) La salida ideal a este lamentable incidente es que se llegue a un acuerdo express, que se renueve tanto el CGPJ como el TC según la ley en vigor, y que tras las elecciones del año que viene, se aborde el cambio a las leyes actuales, según las mayorías que existan en el próximo futuro, incluyendo que no se pueda reproducir una situación como la actual.
7) Aparte de la Justicia y su organización, el gobierno ha introducido cambios sobre los delitos de sedición y malversación. El primero de ellos me parece inane, y de poca importancia. Una vez más, el catastrófismo electoralista de la derecha radical anuncia la llegada del Anticristo en Cataluña, como si no existiera el artículo 155, el delito de rebelión y demás. Un disparate del que son plenamente conscientes (bueno, tal vez la señora Arrimadas no lo sea, pero bastante tiene ya la pobre), pero que creen les conviene en las urnas. Yo creo que hasta en eso se equivocan. El tiempo dirá.
El tema de la modificación del delito de malversación me parece un doble error: político, pues este es un tema muy sensible en toda España, y legislativo, pues la redacción que han preparado se antoja una chapuza. Pero lo más importante aquí no es tanto el error cometido, sino que es un error 'legítimo'. Es decir, una decisión que más o menos acertada, se ha tomado por el órgano que corresponde según nuestra legislación, y con la mayoría prevista en el ordenamiento jurídico. Y si alguien tiene dudas sobre su constitucionalidad (yo, no tengo ninguna) que presente el correspondiente recurso para que decida el TC. Y aquí Paz, y después, Gloria.