El asunto del nombre del estadio venía de lejos.
El presidente del Getafe, que juega en el estadio pero es de propiedad municipal, hace ya tiempo que buscaba un patrocinador para llamar al estadio Coliseum XXX, y no Coliseum Alfonso Pérez XXX, que vale menos dinero.
Alfonso Pérez, para los compañeros que no sigan mucho el fútbol, es un jugador nacido en Getafe que fue campeón olímpico en el 92, como Guardiola, entre otros, y jugó alguna temporada en el Madrid, en el Barcelona, en el Betis, algunos partidos con la Selección... pero vamos, que no es Casillas, ni Raúl, ni Xavi, ni Iniesta,...
Las declaraciones de Alfonso brindaron al Ayuntamiento la posibilidad de anotarse un tanto político, y al club la de librarse de su nombre y poder sacar provecho a un patrocinio del estadio. Tardaron en ponerse de acuerdo minuto y medio, y el nombre de Alfonso Pérez (que probablemente fue una equivocación desde el primer momento, pues la trayectoria del jugador no lo merecía en una ciudad como Getafe, con más de 200,000 habitantes y a escasos kilómetros de Madrid) lo largaron a freír morcillas. Un win-win.
Esta es la realidad.
