Esto es lo que tiene informarse en el Confi, un "periódico" por llamarlo de alguna manera que..., en fin. Por supuesto que en España se pinchan todos los teléfonos del mundo, con y sin autorización judicial, y sino, codéate con alguien del CNI, y verás..., y de la poli, y de quien sea cuando hay interés en controlar a alguien, por supuesto que sí, se pìncha, se vigila, y todo lo que haga falta...
Ahora bien, la chapuza siempre está presente, -a veces por suerte-, en una país de chapuzas como este, y de pronto, se fuga, ese sí, un Roldan, se les "muere" de broma un Paesa, o se les despista un Pequeño Nicolás, la vergüenza de las vergüenzas, o se graba a un ministro del interior en su propio despacho del ministerio del interior (la cueva de los malos malísimos), "eso te lo afina la fiscalía", ¿recordáis?, y aquí no pasa ab-so-lu-ta-men-te nada. Y de estos ejemplos hay para poner trenes enteros de mercancías a rebosar..., pero a rebosar. (Háblese con Villarejo.)
Por último, los fugados catalanes
NO se fugaron, pero para nada, repetir un millón de veces esa mentira no la hace verdad, porque cuando se "fugaron" no pesaba ninguna orden judicial contra ellos, sólo que el analfabeto de Maza, ese
individuo reprobado en sede parlamentaria, les avisó por los medios afectos y adictos al régimen, con 48 horas de antelación. Y luego, ellos mismos se presentaron ante la justicia Belga, o Escocesa, o la que fuese, cuando se les requirió. Así que de fugados nada de nada. Pero nada de nada. ¿Que son unos pillos?, ¡¡¡pero por supuesto!!!, son catalanes, sí, pero son también españoles, profundamente españoles, luego por tanto y sobre todo, pillos de campeonato.