Yo creo que debemos ser prudentes.

Es evidente que el señor Maduro, a estas alturas, es simplemente un dictador y que debe dejar el poder, como parte de la reconstrucción de Venezuela.

Sin embargo, que sea un dictador no significa que no tenga apoyos. En el ejército, en la policía, en grupos paramilitares y también en una parte importante de la población.

Esperemos que no sea el caso, pero esto podría acabar en un baño de sangre.

La iniciativa del señor Guaidó se parece a un golpe de Estado, orquestado por sectores de la oposición, y apoyado desde USA y algunos países latinoamericanos. Obviamente, en una democracia, semejante intentona sólo merecería el desprecio y la oposición de todos los demócratas. Sin embargo, en la situación de Venezuela, probablemente lo mejor sea que triunfe, y después, cuando la situación se estabilice, convocar elecciones.

El asunto es si realmente triunfará o, finalmente, pueda llevar a Venezuela a hundirse todavía más, con cientos, o miles de muertos, o incluso una guerra civil.

Difícil coyuntura. España debe actuar totalmente alineada con la postura de la Unión Europa, que imagino se fijará en uno o dos días, según evolucione el asunto.