No sé si es legal, pero voy a arriesgarme a seleccionar una comedia como una gran película del género, aunque lo más terrorífico que puede sucederte es atragantarte de la risa (poca broma, eh?, que mucha gente todavía palma por esto). La película se llama “The Comedy of Terrors” (La Comedia de los Terrores) y es un film del año 63 de la factoría de Roger Corman, aunque en este caso la dirección corresponde al gran Jacques Tourneur, un maravilloso guion de Richard Matterson en una historia oscurísima y tronchante en la línea del “Arsénico por Compasión” Capriano y cuenta con un plantel irrepetible; Vincent Price, Peter Lorre, Boris Karloff y el británico Basil Rathbone (famoso por su Sherlock Holmes de los 40´s) y una bellísima Joyce Jamerson como esposa maltratada de Vincent Price.
La historia no tiene desperdicio, Price, que es un alcohólico catastrófico da un braguetazo con la bellísima Amaryllis para heredar una empresa funeraria que es una ruina. Como buen emprendedor Price apuesta por un modelo proactivo para reactivar el negocio y armado con una peligrosa almohada realiza visitas nocturnas a los posibles clientes para mostrarles las ventajas prácticas de su modelo de negocio. Además es un auténtico pionero en incorporar el reciclado de materiales, empleando siempre el mismo féretro que solo utilizan para trasportar el cadáver. Todo se tuerce cuando encuentran con un cliente (Basil) al que le resulta muy difícil aceptar esta política y muestra una clara incapacidad para morirse de una forma seria, en la que cada renacimiento viene acompañado por enfáticos recitados Shaskepereanos. Todo salpicado con múltiples detalles hilarantes como los números de ópera en los que Amaryllis se empeña en interpretar en cada sepelio y nos da una perspectiva nueva de lo que son los malos tratos y los límites de la tolerancia.
Vicent Price está intocable en el papel y se convierte en la estrella de la función. ¿Es acaso Vincent Price un actor infalible?, ni mucho menos, pero falleció en los 90 y no debería haberse muerto nunca, no tenía derecho.
Esta es una película bastante mal valorada en general y en su tiempo fue un fracaso de taquilla, pero me parece una auténtica joya. Creo que además fue la última película de Peter Lorre.
Y con grandes números musicales
Saludos