La de Funny Games es una de esas películas donde se da un equilibrio extraño. Donde algo más de drama o de sangre o de humor negro la hubiesen estropeado.
Para mí es eso. Una excelente película con un difícil equilibrio de sus componentes, gracias a la mano de Haneke, por supuesto. Intentar repetir eso es estar abocado al fracaso ya.
Es una de esas ocasiones donde sabes que el remake en absoluto podrá superar al original.
Sobre la falta de ideas nuevas, etcétera ¿qué comentar más de lo que se ha dicho?