TV: Panasonic 65GZ950
Amplificación: Cambridge Audio 751R/Krell KAV-300i/Marantz MA6100
Fuentes: Oppo BDP-95/Nvidia Shield/Chinoppo M9201/Roon + MA Mini-i Pro3
Altavoces: PMC Twenty5 24, central VA Maestro Grand, traseros B&W DM602 S2, subwoofers REL TZero MKIII x2
Otros: Isol-8 Cleanline2, Switch Cisco Meraki, cables: QED Genesis Silver Spiral frontales & central, Wires4Music Horus XLR, Wireworld /Audioquest (digital), Wires4Music/Audio Agile/Isotek/Pangea (electricidad)
El nombre de esta película se puede traducir o interpretar como pérdida total, caída completa y cosas por el estilo.
No conozco muy bien la carrera artística del jovencito de la película y menos aún sabía que este actor Erick Palladino lideró en actuación un largo metraje. La película es acerca de grupos mafiosos que se dedican al robo de carros para ser desmantelados o vendidos a pedido de alguien.
Una película un tanto antigua, la acción no es tan emocionante ya que carece de escalofriantes accidentes que sobrepasan las dimensiones conocidas de la física. Sin embargo me entretuvo por esos atributos de amistad y respaldo que tienen los matones, que a decir verdad, en la vida real, también son más filiales que los de la gente decente que abunda por ahí.
Algo que no admito en las películas de Hollywood es esa tendencia de enfocar que la mujer con buen cuerpo, joven, hermosa y con decenas o centenas de oportunidades de encontrarse un novio o amante, pues siempre está sola después de años que su galán la abandonó y nunca se comunicó con ella. Y cuando él vuelve, allí está su Cenicienta haciéndose de rogar pero con los brazos abiertos Esto también lo noté en esa película Top Gun Maverick, donde Tom Cruise regresa a un centro militar donde su chica, ya mujer y con hija, a pesar de seguir siendo todo un monumento de mujer, está solita, sin nadie que se le acerque, algo muy raro. En esta película Crash and Burn sucede algo similar.
Y lo digo porque cuando yo me encontrado con mis amores que por ahí dejé a veces sin despedirme, cuando las volví a encontrar ya estaban casadas, o madres solteras, pero siempre con un novio rondándolas, y eso que no eran bellezas de cine. Ninguna me esperó. Por eso tampoco creo en ese dicho que dice, qué suerte tienen los que no se bañan, a mi ni me extrañaron.
Otra parte que me decepcionó es un final demasiado feliz, A pesar que tuvieron uno o dos muertos, eso se olvidó casi como por milagro, y después que los malos fueron muertos todo fue felicidad. Una suerte increíble la de estos ladrones de autos, y eso que nunca los vi que se bañaran o al menos que fueran al baño para... lo que sea.
Sí, soy un pésimo crítico de películas, pero es mi afición favorita después de jugar fútbol, en lo cual soy muy bueno, mi posición es mirón izquierdo.