Cita Iniciado por Ludus Magnum Ver mensaje
Esta película me pareció, simplemente, deliciosa.

La cotidianidad del personaje, las costumbres tan arraigadas y muy japonesas como el uso de baños públicos (onsens), donde muchas casas no tienen duchas o baños, aunque sí retretes y lavabos y utilizan los baños públicos para el aseo privado, la humildad asumida por el personaje, la costumbre de comer en restaurantes que son la mínima expresión y que para nada es algo excepcional en ese país, etc. lo veo como un fiel reflejo de lo que es una clase media, media-baja en Japón.

Y su pasión por la música, como bien dices, y musicote del bueno, desde luego es un plus.

Es una película costumbrista muy recomendable en mi opinión.
Y que lo digas, es de esas películas que te convierten en un auténtico voyeur de una vida que transcurre en un estanque privado lleno de nenúfares. Es difícil no dejar de envidiar al tipo, parece una especie de aristócrata del subproletaridado cuya vida esta llena esta llena de delicatesen que solo los más espabilados son capaces de disfrutar; el mejor café de Tokyo de máquina, el palco premiun de su tasca favorita para ver el beisbol, el SPA para el público más selecto..., y además cuenta con un vehículo tan ridículo como minúsculo atravesando las calles como una versión Pikachu del Easy Rider . Sus diálogos rivalizan con los de Buster Keaton y no tiene ningún reparo en no contestar a nadie, se acabó lo de soltar paja innecesaria .

Lo realmente interesante es que antes de que el fin empiece a convertirse en un panegírico Zen que amenace con un coaching inmisericorde el tipo saca una Casette de la funda y pone el Pale Blue Eyes, práctica expresamente prohibida por cualquier clase de budismo.

Saludos